Problemas en el consumo dejan en anecdótica la estimación de cosecha
Sin la más mínima seguridad exigible al comercio internacional y todas las reglas que, hasta ahora, lo han regulado, la primera fase de la batalla arancelaria abierta con Estados Unidos parece haberse cerrado. Aunque la sensación más generalizada sea de haberlo hecho en falso y sobre la siempre peligrosa amenaza de un presidente Trump dispuesto a alterar los acuerdos según sus conveniencias de cada momento.
Lo que desde la Unión Europea se ve como una oportunidad de acabar consiguiendo, en futuras conversaciones, que el vino y las bebidas espirituosas europeas queden fuera del arancel máximo del 15% impuesto por parte