Aunque tímidos, datos positivos del sector

Si bien en 2024 las ventas de vino español aumentaron un 38% en Italia, Japón un 9%, Países Bajos el 8% y Estados Unidos 8%. Según el informe ‘Análisis de las exportaciones agroalimentarias’, publicado por Cajamar, las exportaciones españolas de vino alcanzaron los 3.136 millones de euros en 2024, lo que supone un incremento del 2% respecto al año anterior. Un aumento que rompe la tendencia negativa del año anterior, en el que cayeron el 3%; pero no es suficiente para revertir el estancamiento del sector que pierde peso en el comercio exterior agroalimentario español. Como indica el descenso que ha experimentado en la última década que ha pasado del 7% que representaba en el 2014 al 4% del 2024.

Mientras esto sucede en nuestro país, Portugal mejora un 4% e Italia un 5%. No así ni Francia ni Alemania que descienden un 2% y 4%, respectivamente.

Tampoco en precio mejoramos nuestro posicionamiento, ya que seguimos siendo el país que tiene un precio medio del vino más bajo: 1,49 euros por litro (+7% s/2023), pero a años luz de los 8,69 euros/litro a los que exporta Francia o los 3,66 euros/litro de Italia.

Mientras tanto, según los datos que se desprenden del Infovi correspondiente al mes de marzo, el consumo aparente de vino en nuestro país se sitúa en los 9.736.850 hectolitros de vino, en dato interanual, apenas cuatro mil cuatrocientos hectolitros más que el mes anterior y ocho mil novecientos que el mismo periodo del año anterior.

Dato que, dado el profundo pesimismo en que se lleva desenvolviendo el sector vitivinícola (en el que parecemos haber asumido que nos enfrentamos a un descenso del consumo que seremos incapaces de revertir), supone un hálito de esperanza. Las cifras muestran una tendencia creciente, muy tímida, desde octubre de 2022.

Por colores, los datos también se muestran testarudos ante la idea de una fuerte recuperación del blanco a costa de los tintos y rosados. En el TAM a marzo de 2025, estos vinos de color registran un incremento estadístico del 6,3% en su consumo, hasta los 5,81 Mhl. Un dinamismo que sirve para compensar el retroceso de los vinos blancos (que sigue acelerándose). En el interanual a marzo los blancos suman 3,92 Mhl, lo que supone un 7,8% de caída respecto a un año antes.

Cifras, todas ellas, muy tímidas, pero que debieran aportarnos un halo de optimismo ante un futuro en el que los vinos españoles deberían dar un importante salto cualitativo en cuanto a posicionamiento internacional.

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