Dado que la aportación a la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) es obligatoria para para cualquier operador, ya sea a granel o envasado, ya se trate de vino de esta campaña o de anteriores, ya tenga su origen en España o fuera de ella… parece bastante natural que deba existir una transparencia total y absoluta con el destino al que van a destinarse los fondos que logre a través de su extensión de norma. Cumpliendo con esta exigencia, el Magrama ha publicado en el BOE la Memoria Económica en la que se cuantifica unos ingresos previstos: entre 5,5 y 5,7 millones de euros y el destino.
El grueso de este importe, hasta el noventa por ciento, está previsto se destine a la promoción del consumo moderado de vino, haciendo realidad las palabras del secretario de Estado, Carlos Cabanas, quien, en su intervención en el reciente Congreso Internacional de la Monastrell, se declaraba “avergonzado” y “comprometido” con la recuperación del consumo de vino en España, especialmente en los jóvenes.
Hasta otro diez por ciento irá destinado al control, seguimiento, coordinación, puesta en marcha y propia gestión de la extensión de norma. Así como a la información y desarrollo de programas de investigación e innovación, así como la realización de estudios de mercado. Actualmente soportados, básicamente, por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), con la aportación de sus socios y donde la participación institucional del Magrama ha quedado reducida a pequeños convenios de colaboración simbólicos. Lo que impide que el conjunto del sector disponga de la valiosa información que genera.
Aunque de momento no es posible conocer con más detalle ni la finalidad de los fondos, de las acciones concretas que se van a desarrollar y entre las que se incluyen las de fomento entre los operadores de buenas prácticas de comunicación comercial; convendría que alguien nos explicara cómo y de qué forma serán publicados los datos de recaudación, convocatorias de proyectos, asignaciones, seguimiento, resultados, publicación, etc. Porque, imagino, que si es el “sector” el que sufraga la extensión de norma, serán “todos” los integrantes del sector los que puedan beneficiarse de los resultados obtenidos, que van mucho más allá de campañas publicitarias o acciones comerciales.